Candilitos


 

Candilitos

Pero en todo el mundo se la conoce como Aristolochia baetica

Servía para provocar el parto, su nombre viene del griego “aristos” excelente, y “locheia” parto, nacimiento.

Se ha usado especialmente la raíz, como febrífuga y emenagoga.

Es una planta peligrosa, no es recomendable su consumo, aunque antiguamente fue utilizada en la oficina de farmacia.

En uso externo se utilizó para las heridas y úlceras.

Las flores de las aristoloquias tienen pelos rígidos dirigidos hacia adentro, cuando entra un insecto, no le dejan salir hasta que las anteras maduran y le impregnan de polen.

 


Ricino


 

Ricino, catapucia mayor, higuera infernal…

Pero en todo el mundo se la conoce como Ricinus communis

Se planta para alejar las moscas.

El aceite de las semillas sirve como purgante o laxante, según la dosis. No obstante si está envejecido puede ser muy peligroso.

Es uno de los mejores cosméticos naturales por sus propiedades suavizantes e hidratantes.

3 a 8 semillas son mortales para un adulto, y solo 2 o 3 para un niño.

La fitotoxina “ricina”, es una proteína que constituye el veneno natural de mayor toxicidad.

 


Mural en la fachada de nuestra biblioteca


 

Nuestro amigo, el artista Daniel Martin nos ha pintado en la fachada de nuestra biblioteca, estos detalles del camino de Santiago.

De derecha a izquierda:

El aliso o humero (Alnus glutinosa) para el cansancio de los pies.

Escabiosa (Scabiosa atropurpurea) para la sarna y afecciones de la piel.

Hierba de Santiago (Senecio jacobea) para llagas y heridas.

Cornezuelo de centeno (Claviceps purpurea) causante del fuego de San Antón o peste seca (ergotismo).

Trigo (Triticum) con el que se curaban en los hospitales de San Antón durante el camino.

Y arriba, bajo la concha de Santiago, el escudo de los Antonianos, que atendían a los enfermos en esos hospitales.

Aleluya, vinagrillo


Aleluya, vinagrillo

Pero en todo el mundo se la conoce como Oxalis pes- caprae 

Viene de Sudáfrica, es tremendamente invasora, especialmente en el sur de la península está colonizando mucho territorio.

No obstante, es una planta comestible, se comen todas las partes de la panta, aunque sin abusar, por el ácido oxálico que contienen.

Las hojas son refrescantes, la infusión sirve en trastornos digestivos, en uso externo para la sarna, en hinchazones…

Además, nos sirve, entre otras cosas como quitamanchas o mordiente en tintes vegetales.


Plato del día


 

Pamplinas con ortiga menor.

A pesar de estar en enero, aquí tenemos un plato de excelente verdura.

Stellaria media, ahora, mejor que en ensalada la añadimos a una sopa o escaldada como verdura. Es rica en sales minerales y vitaminas, buena en épocas de exámenes y fortalece las vías respiratorias.

Acompañada de Urtica urens, excelente remineralizante y aconsejable para reumáticos, gotosos y convalecientes.


Abedul


 

Abedul

Pero en todo el mundo se le conoce como Betula alba

En un rincón de Sanabria

Es el palo nefrítico. Joseph Quer observó que los que comían con utensilios hechos de madera de abedul no padecían de dolores nefríticos ni de arenas.

Es el árbol de la sabiduría. De él se hacían las varas de los maestros. Además, la corteza interior se usó a modo de papel para escribir, el liber o libri, la palabra pasó a significar libro.

Es el árbol de la luz. Donde abunda se usa como leña, dando una luz más clara y con olor balsámico. Y en los días grises de invierno, su corteza blanca ilumina los bosques.




Muérdago


 Muérdago

Pero en todo el mundo se le conoce como Viscum álbum

En el bosque de los Carnutos, considerado el centro de las galias donde residían los colegios druídicos, cerca de Chartres, los sacerdotes celtas, los druidas, realizaban el sacrificio del “gui l´an neuf” con mucha ceremonia en diciembre, el mes sacro, el sexto día de la luna después del solsticio de invierno. Y el primer día del año se distribuían las ramas entre el pueblo exclamando “al muérdago, al muérdago, que es año nuevo”.

Otros autores aseguran que los druidas ponían el muérdago en agua, y era esa agua lustral lo que distribuían.

Se creía que el agua santificada preservaba de cualquier veneno, curaba todo tipo de enfermedades y sortilegios, y daba fecundidad a los animales estériles, convirtiéndose en símbolo del sacrificio, de la regeneración y restauración de la familia.

Quedaron vestigios de esa costumbre por toda Francia, especialmente en Bretaña, donde la madrugada del año nuevo los pobres iban pidiendo el aguinaldo al mismo grito de “a gui l´an neuf”, expresión de la que, según Bescherelle, deriva el nombre francés de aguignettes, y el español de aguinaldo.

Hoy día son los niños los que llevan consigo un ramillete de “gui” (muérdago) para pedir la gratificación.

En la antigua Roma, el 25 de diciembre se celebraban las Natalicias, fiestas del natalicio del sol (solsticio de invierno), en honor a los dioses que presidían el nacimiento, y se decoraban las casas con ramitas de muérdago.

También se adornaban con él muros de templos y habitaciones, y todavía hoy en Nochebuena se cuelga del techo de multitud de hogares anglosajones. 

Candilitos

  Candilitos Pero en todo el mundo se la conoce como Aristolochia baetica Servía para provocar el parto, su nombre viene del griego “ari...