Tomillo

 Tomillo, tomillo blanco, tomillo cabezudo...

 Pero en todo el mundo se le conoce como Thymus mastichina

Del griego “thym” perfumar o “thymos” fuerza, por ser plantas aromáticas y estimulantes.

 En algunos lugares se le llama orégano o mejorana, aunque ese nombre vernáculo es más de las plantas del género Origanum.

 Todos los tomillos tienen propiedades semejantes, y son muchas.

Entre ellas, hoy hemos elegido su acción bactericida, balsámica y expectorante.

Es excelente en todo tipo de afecciones respiratorias, especialmente en toses convulsivas, tos ferina, bronquitis crónicas y ataques de asma.

 Un jarabe de tomillo se puede hacer de la siguiente manera: se hierve un puñado de planta en ½ l de agua hasta que se reduzca a la mitad. Se cuela y añadimos una cucharada de miel.

Se toma una cucharada cada hora o cuando se acentúe la tos.

En tratamientos con quimioterapia, se recomienda enjuagarse la boca con una infusión de tomillo antes de las comidas, para evitar el gusto metálico que provoca, sobre todo en la ingesta de carnes rojas.